Las veratas, rondeñas, malagueñas y rondeñas malagueñas aunque reciben cuatro nombres diferentes, en realidad se trata del mismo estilo musical, de la familia del fandango y las folias, cuyos nombres van en función de los acordes precisados por la guitarra. Así, las rondeñas se tocan en La y con la cejilla puesta sobre el segundo traste de la guitarra, las veratas en Si 7º, mientras que las malagueñas y las rondeñas malagueñas van en Mi.
En general, las coplas que se cantan son de cuatro versos octosílabos, siendo comunes, en la rondeña sobre todo, las coplas de cinco e incluso seis versos, mientras que los estribillos pueden ser instrumentales como es el caso de las veratas y de las rondeñas, o cantados como es el caso de las malagueñas y rondeñas malagueñas y de las que hay una gran cantidad de variantes y estilos personales. Esto no excluye hacer estribillos mixtos, esto es, con una parte instrumental y otra cantada a coro. Las coplas, por el contrarío siempre son cantadas por voces solistas, tanto masculinas como femeninas. Suelen ajustarse a un ritmo de 3 x 4 ó 6 x 8. Se reparten por toda Andalucía, la Mancha , el Levante, Extremadura, sur de Castilla y León y Asturias.
En Gredos adquieren ciertas particularidades; se distinguen, como hemos dicho, tres estilos diferentes: las malagueñas, muy parecidas al fandango extremeño y o manchego, las rondeñas, con un marcado sabor autóctono imprimido por los cabreros, verdaderos virtuosos en su interpretación, las veratas del Valle del Tiétar, con sabor a folias. Estas piezas musicales no tienen un orden concreto que indique la entrada del cantaor o cantaora, que lo hacen a su gusto y gana, cuando lo creen oportuno, haciendo improvisar los pasos a los danzadores, que tienen que estar muy atentos a las entradas libres de las coplas (costumbre muy del gusto de los de Gredos que no sólo se ajusta a las rondeñas, también a las jotas cruzás y a determinadas seguidillas). Las tres, tienen una serie de pasos y estribillos característicos, llamados “de Rondeña o de a tres”.
Aunque es un baile que al igual que el caso anterior de la Jota , carece de coreografía concreta, sí tiene una serie de pasos característicos. En algunos pueblos se baila en alargadas filas enfrentadas de hombres y mujeres, aunque por lo general no hay normas concretas ni coreografías de grupo.
En cuanto a los movimientos, lo más característico son sin duda los requiebros que hombres y mujeres realizan, en un incesante acoso mutuo. Los pasos o movimientos básicos reciben el nombre ”de a Tres”, nombre que define los tres pasos básicos e imprescindibles para poder bailar las rondeñas, veratas, etc. y que se suceden invariablemente uno tras otro, siguiendo el ritmo y cambios de la pieza en cuestión (estribillo cantado, estribillo instrumental y copla). El acompañamiento instrumental de las rondeñas, veratas… es muy simple: una guitarra, un laúd, y los hierros o lo que es igual, el triángulo, junto con la voz de los o las cantaoras, bastan.
En cuanto al baile, es una mezcla entre los movimientos bruscos y vigorosos de la jota y la sensualidad y elegancia de la seguidilla. Si hubiera que ponerle un sustantivo al baile, éste sería libertad. Se trata de la pieza que más gusta escuchar, ver, oír, cantar, bailar y tocar a los habitantes de estos Valles de Gredos. Pieza imprescindible en cualquier fiesta que se precie de serlo.
(información extraída de la página “Folklore y tradición”, facilitada por su autor Daniel Peces Ayuso)
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